Según datos de la Organización mundial de la salud entre el 4% y el 6% de las personas mayores de todo el mundo han sufrido alguna forma de abuso y maltrato. La violencia puede ocasionar graves lesiones físicas, deterioros tempranos de la salud, consecuencias psicológicas a largo plazo y ocasionar la muerte. Por esta razón desde Proyecto Surcos abordamos, trabajamos y concientizamos sobre todo tipo de violencia.
La violencia en adultos mayores ha estado muy invisibilizada en la sociedad. La Psicóloga Alejandra Vázquez, especialista en violencia familiar e integrante del equipo de la Asociación Civil Proyecto Surcos, comenta que sólo el año pasado “murieron 29 adultas mayores víctimas de violencia” y agrega que es importante considerarlo como una problemática de salud pública porque además conlleva otras consecuencias previas como cuadros depresivos y somatizaciones con síntomas que no tienen un correlato orgánico sino psicológico.
A su vez, Vázquez explica que se habla de violencia a las personas mayores cuando hay un desequilibrio de poder, mediante el uso de la fuerza que puede ser física, verbal, emocional, política o económica y cuando se vulneran sus derechos e integridad. Es importante reconocer y detectar los rasgos de violencia tanto desde la comunidad, como desde los geriátricos, centros comunitarios, instituciones de la salud pública y entorno familiar para alertar, detectar, prevenir y garantizar una mejor la calidad de vida en los adultos mayores.
¿Cómo detectar los casos de violencia?
“Hay diferentes indicadores, algunos más específicos que otros, que indican que hay violencia”, explica Alejandra Vázquez y comenta que se pueden dividir en dos grupos: físicos o emocionales. Por ejemplo, “las caídas sin explicación o accidentes en lugares y momentos extraños”, y sostiene que, “es muy importante que el personal sanitario esté capacitado si un adulto mayor asiste a una guardia porque tendrían que preguntarles cómo se provocó la herida y evaluar si coincide con la historia que contó”.
Además, comenta que también se debe tener en cuenta que algunas residencias “utilizan los dispositivos de contención química y sujeción física no indicadas por los médicos, esto significa darle medicación psiquiátrica a una persona porque tiene trastornos conductuales o atarlos a una silla, cama o silla de ruedas para que estén todo el día dormidos”, y explica que estas prácticasprovocan un mayor deterioro de la salud del adulto mayor. Por otro lado, algunos de los indicadores emocionales que los adultos mayores pueden presentar cuando sufren violencia son estados de ansiedad, tristeza, agitación, temor, miedo a responder preguntas o esperar autorización por parte del familiar o cuidador para hacerlo.
Otro tipo de violencia son los abusos financieros. Estos no sólo se dan por parte de las familias sino también por parte de desconocidos. “Cuando uno empieza a notar que las personas viven de una forma y no coincide con sus ingresos económicos es un indicador para sospechar”, detalla Vázquez y refuerza que esto también sucede “cuando los familiares o cuidadores evitan que intervengan los profesionales, intentan que el adulto mayor y el profesional no hablen en privado o insisten en contestar preguntas que se le realizan a la persona mayor”.
¿Qué hacer cuándo detectamos un acto de violencia?
Se debe:
§ Realizar la denuncia correspondiente.
§ Derivar a la persona adulta víctima de violencia a atención psicológica y social para poder activar redes de respuesta.
§ Motivar que participen en organizaciones de la sociedad civil, Centros Comunitarios, y se relacionen con sus pares para que conozcan sus derechos y puedan trasmitir lo que les está pasando.
§ Promover el envejecimiento activo, para aprovechar al máximo el bienestar físico y social durante todo la vida.
Datos útiles:
- Atención de Violencia Familiar de la Provincia de Buenos Aires, reciben consultas y dan contención y asesoramiento en situaciones de Violencia Familiar y de Género: 0800 555 0137 las 24 hs. todos los días del año.
- Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires, reciben consultas y dan contención y asesoramiento en situaciones de Violencia Familiar y de Género: 0800 666 5065 de lunes a viernes de 8 a 16 hs. o llamados de emergencia las 24 hs. todos los días del año.