MUNICIPIOS BONAERENSES ADHIEREN A ESTRATEGIA GLOBAL PARA CONTROLAR LA EPIDEMIA DESDE LAS CIUDADES

En el Día Mundial del Sida

A instancias del ministerio de Salud a cargo de Zulma Ortiz, ocho ciudades de la provincia de Buenos Aires suscribieron la “Declaración de Paris”, un documento impulsado por alcaldes de todo el mundo en 2014, por el que se comprometieron a trabajar para poner fin a la epidemia de sida en los distritos que gobiernan.

Las adhesiones bonaerenses se concretaron durante un acto que se realizó ayer en la Cámara de Diputados, con motivo del Día Mundial del Sida. Las ciudades de Merlo, Berisso y General Alvear formalizaron su compromiso a través de las firmas de los intendentes Gustavo Menéndez, Jorge Nedella y Alejandro Cellillo, respectivamente. 

La Matanza hizo lo propio a través de su secretario de Salud, Alejandro Collia; por Coronel Brandsen firmó su par Guillermo Gil; por Ranchos la secretaria de Salud Patricia Cano; por La Plata Jorge Cueto, quien está a cargo del Centro de Salud especializado en la problemática del VIH y por Tandil suscribió al acuerdo Graciela Rodríguez, referente en la región sanitaria VIII.

La subsecretaria de Atención de la Salud de las Personas, Evelina Chapman, propuso “a partir del gran bagaje científico” alcanzado en relación a la enfermedad, realizar “diagnósticos para ver qué barreras actúan localmente para no poder hacer políticas más efectivas”.

“Ustedes firmaron hoy un compromiso de siete puntos que abarca la salud pública, los derechos, la movilización de recursos y la obligación de elaborar un plan en el que nosotros podemos ayudarlos como ministerio, aportando  asistencia técnica para que sean políticas efectivas a nivel del territorio”, amplió la funcionaria.

Tras la bienvenida de la titular de la comisión de Salud de la Cámara baja, Alejandra Lorden, el representante de ONUSIDA en la Argentina, Alberto Stella, señaló que “justo hace 20 años, cuando ya la epidemia nos había desafiado fuertemente, el slogan del Día Mundial fue ‘Un mundo, una esperanza’, era 1996 y la ciencia nos había sorprendido con las nuevas terapias antirretrovirales que daban una esperanza a quienes vivían con VIH y que hasta ese momento había sido una sentencia inevitable de muerte. Y ese slogan hoy cobra particular valor”.

HACIA EL FIN DE LA EPIDEMIA

“Después de habar alcanzado logros indiscutibles en materia de prevención y acceso al tratamiento, el mundo se compromete nada más y nada menos que en ir hacia el final de la epidemia con las metas 90-90-90”, prosiguió Stella, al hacer referencia a la estrategia establecida por ONUSIDA, por la que se busca que para 2020 el 90% de las personas que viven con el VIH conozca su diagnóstico; que el 90% de quienes lo conocen reciban tratamiento y que el 90% de las personas en tratamiento logre una carga viral indetectable.

“El hecho de que las intendencias de la provincia de Buenos Aires firmen la Declaración de París marca un hito histórico en la respuesta al VIH”, añadió Stella. Y agregó que “hoy firmamos un compromiso que tiene que ser seguido de acciones concretas y contundentes con el liderazgo del ministerio de Salud y de los intendentes que representan a los conglomerados urbanos de la provincia para caminar juntos hacia la universalidad de los derechos humanos”.

Del acto participaron el subsecretario de Administración y Gestión de los Recursos, Gustavo Reija; los directores provinciales Adriana Durán, Raúl Pitarque y Leonardo Busso; la directora del programa de VIH de la provincia Mónica Moyano, y el asesor de la Unidad Ministro Marcelo Di Mario.

QUÉ ES LA DECLARACIÓN DE PARÍS

Entre los compromisos asumidos por alcaldes de todo el mundo en la Declaración de París se encuentra alcanzar los objetivos 90-90-90 del Programa de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA).

El documento incluye el compromiso de centrarse en las comunidades más afectadas por el VIH, movilizar recursos para lograr una mejor integración de salud pública y desarrollo, construir y acelerar las estrategias urbanas en materia de VIH y usar la respuesta al sida como catalizador para una transformación social positiva.