ELLAS HACEN

MUJERES ALBAÑILES Y HERRERAS: CONSTRUYEN SUS PROPIAS CASAS Y REPARAN MUEBLES EN HOSPITALES DE LA PROVINCIA
Soldadora Ellas Hacen

Una de las mujeres herrera

Son 1.000 beneficiarias del plan nacional “Ellas Hacen”. Se capacitan en los talleres Gambier de Los Hornos. Construyen sus casas y las de pacientes externadas de Romero. También reparan muebles para quirófanos de hospitales públicos. Y se hacen controles y aprenden cómo cuidar su salud.

Saben coser, bordar y cocinar pero no se conforman con eso. Son todoterreno: sueldan, revocan y hasta levantan paredes. Cerca de 1.000 mujeres del programa nacional “Ellas Hacen” trabajan todos los días en la construcción de sus propias viviendas en los talleres del ferrocarril de Gambier, en La Plata. Pero también harán las casas de un grupo de pacientes externadas del hospital provincial de Melchor Romero. En los últimos días, además, repararon más de 20 mesas de los quirófanos del hospital  Rossi.
Las que van a la estación Gambier son todas del Gran La Plata. Se tuvieron que hacer fuertes a la edad de jugar a las muñecas. La mayoría nació en barrios pobres y calles de tierra, sin cloacas, tendido eléctrico, ni posibilidad de ir a la escuela. Desde hace dos años ingresaron al Plan Ellas Hacen, del ministerio de Desarrollo Social de la Nación , y se capacitan en albañilería y herrería en el predio ubicado en calle 56 y 135 de Los Hornos.
La meta: terminar de construir antes de fin de año 227 viviendas -basadas en un modelo económico ideado en el Conicet-, en un predio de 6 hectáreas del hospital provincial Alejandro Korn, que cedió el ministerio de Salud de la Provincia. La mayor parte de esas casas son para ellas mismas, pero un 10 por ciento se destinará a  pacientes de ese neuropsiquiátrico para que vivan allí una vez dados de alta.
“Ensamblamos perfectamente con el plan Ellas Hacen”, explicó el ministro de Salud de Scioli, Alejandro Collia: “Ellas se capacitan, tienen trabajo, construyen sus hogares, colaboran con los hospitales y, a su vez, la Provincia les acerca la atención sanitaria adonde trabajan y les conseguimos turno en los hospitales para hacerse  controles ginecológicos o de cualquier otro tipo en caso de que transiten una enfermedad”.
Es un predio de varias hectáreas el de la estación Gambier. A un lado, las chicas mezclan un pastón recién hecho mientras conversan, se ríen y posan para las fotos antes de dar su testimonio. Unos 200 metros a la izquierda, en unos tinglados enormes otras mujeres se ponen los guantes y el casco con máscara, están listas para soldar. Las herreras recibieron hace 2 semanas 25 mesas metálicas del hospital provincial Rossi. Estaban desvencijadas, con las ruedas flojas. Ahora se las ve como nuevas.
Nilda Ruiz Díaz tiene 36 años y 5 hijos, el más grande de 18 y la más chiquita, de 5 años. Para mantenerlos, ha limpiado decenas de casas. Hace dos años se sumó al Ellas Hacen y enseguida empezó a mejorar su propia casa. Su marido, albañil desde hace años, la puso a prueba ni bien empezó a capacitarse: “Por qué no dejás el cemento con agua, así ya lo tenés listo para mañana”, le propuso. Ella, ingenua, aceptó. Al otro día lo encontró hecho piedra y a su marido, muerto de risa. “Pero ahora la tengo reclara”, dice Nilda y guiña un ojo. Ya hizo la carpeta del piso de su casa y levantó varias paredes.
Se podría decir que es incansable, porque después del trabajo se va a la escuela, donde el año que viene espera terminar el secundario: “Mis viejos me mandaron hasta el quinto grado nomás, se conformaban con poco viste. Yo no, yo quiero más”.
A los 26 años, Yésica Barros ya es mamá de Candela (9) y Micaela (6). Tiene casa pero la motiva saber que trabaja para “hacerle la casa a nuestras propias compañeras”. Está orgullosa por trabajar “a la par de mi marido”. Ya puso los cerámicos de su comedor y ahora quiere revocar las paredes.
Roxana Leal (29) dice que ella ya sabía de albañilería. “Es que a mí siempre me gustó la construcción, yo miraba a los varones y aprendía enseguida, acá lo empecé a hacer rapidísimo”, cuenta esta mamá de 3 chicos, nacida en Los Hornos, que entró al programa hace 2 años.
Como todas tienen hijos y muchos son chiquitos, en una dependencia del predio se creó un jardín maternal, donde los nenes son cuidados mientras ellas hacen.
LA SALUD TAMBIÉN SE CONSTRUYE
El ministerio de Salud de la Provincia , en tanto, también está presente en los talleres Gambier para atender la salud de “las albañiles”. Por eso, montó un consultorio que supervisa la médica Victoria Bearzi, asesora en la dirección provincial de Hospitales, y donde atiende full time Susana Carabajal, una enfermera con más de 25 años de experiencia en el hospital San Juan de Dios.
“El gobernador Daniel Scioli nos pidió que aprovechemos este espacio de trabajo para promover la salud entre las trabajadoras; acercando los controles básicos, como el Papanicolaou y la mamografía, dando orientación para la planificación familiar e información de calidad en materia de alimentación y prevención de las enfermedades más frecuentes”, contó el ministro Collia.
Por eso, la doctora Bearzi les ofrece a las trabajadoras un turno en un hospital provincial “donde pueden hacerse los controles ginecológicos, incluso, si ellas quieren, las acompañamos”. Además, les sugiere aprovechar para tomarse la presión y controlarse la glucemia  en la enfermería de Gambier, un espacio amigable que suele servir para la consulta pero también para conversar, contar los problemas y desahogarse. “Si surge una emergencia, las derivamos enseguida a la UPA Los Hornos, que queda a pocas cuadras”, cuenta Bearzi.
Hace unos meses, la dirección provincial de Atención Primaria llevó hasta los talleres los hospitales móviles de la Provincia. Las chicas hicieron consultas odontológicas y, también, aprendieron técnicas de resucitación cardiopulmonar y primeros auxilios.
“Apuntamos a integrar las iniciativas de los distintos estamentos del Estado para mejorar la vida de la gente, de eso se trata la política, y comprobamos que si todos nos comprometemos y trabajamos, no es tan difícil”, concluyó Collia.