Proyecto Surcos se une a la celebración mundial de la Semana del Parto Respetado

Desde el 16 al 22 de mayo el mundo celebra y reafirma su adhesión al Parto Humanizado, la iniciativa que tiene como objetivo manifestarse en contra de la violencia obstetricia y apoyar el respeto de los derechos que poseen los padres y los niños y niñas en el momento del nacimiento. En 2004, en Argentina se sancionó la Ley 25.929, “Ley de Parto Humanizado”, para establecer los derechos que tienen las familias durante el parto y en la toma de decisiones seguras e informadas.

En la actualidad, las prácticas aplicadas durante el parto evidencian que algunos o todos los derechos son vulnerados, por lo tanto es importante conocer cuáles son los puntos principales de la Ley vigente para proteger a los niños o niñas y sus padres durante este proceso.

El término «Parto Respetado» o «Parto Humanizado» hace referencia a una modalidad de atención del parto como un proceso natural que no debe ser interferido si no hay una situación de riesgo para el bebé o la madre. Se deben respetar tanto las necesidades de cada mujer o pareja y el modo en que desean pasar por esta experiencia, como la intimidad del entorno durante el parto y el nacimiento.

Esto significa que tienen que asegurarse las condiciones para que las madres tengan derecho a ser informadas sobre las distintas intervenciones médicas durante el parto y postparto y a participar en las decisiones – que cada mujer pueda elegir su posición y movimiento durante todo el trabajo de parto, por ejemplo-. Además, deben contemplarse los tiempos biológicos y psicológicos, evitando prácticas invasivas y el suministro de medicación que no estén justificados.

Otro punto crucial es que durante el nacimiento la madre y familia deben recibir información sobre la evolución del parto, el estado de su hijo o hija y conocer las diferentes prácticas de los profesionales. Por otra parte, las madres pueden elegir quién las acompañe durante el trabajo de parto, parto y postparto y luego tienen el derecho a tener a su lado a su hijo o hija durante su permanencia en el establecimiento sanitario, siempre que el recién nacido no requiera de cuidados especiales.

Como cada año, debemos recordar que los niños no pueden elegir cómo nacer, pero nosotros sí podemos decidir cómo queremos que ellos sean recibidos… elijamos algo mejor desde el comienzo. No esperemos que el futuro nos dé algo mejor, démosle nosotros algo mejor al futuro.