Las enfermedades del sistema respiratorio son unas de las primeras causas de mortalidad en todo el mundo y afectan a toda la población, pero principalmente a los menores de 5 años y a los mayores de 65. Desde la Red de Salud Comunitaria del partido de Escobar y Proyecto Surcos consideramos que la prevención salva vidas y por ese motivo les acercamos información sobre el tema.
Durante el invierno circulan diversos virus y bacterias que atacan el sistema respiratorio y sus consecuencias son la principal causa de internación y consulta médica. Las infecciones respiratorias pueden dividirse en dos, altas y bajas. Las primeras afectan las vías aéreas superiores, es decir las que están por arriba de la garganta, y las segundas, las vías aéreas inferiores, que están por debajo de la garganta. La Dra. epidemióloga Claudia Palazzo explica que “las infecciones bajas son las más graves y por eso es muy importante la consulta precoz ante determinados síntomas”.
¿Qué son las infecciones respiratorias bajas?
Son un conjunto de virus y bacterias que atacan el sistema respiratorio bajo y las principales son: la gripe, la bronquiolitis, la bronquitis y la neumonía.
La bronquiolitis es una inflamación aguda de los bronquiolos y afecta a los más pequeños, en especial a los bebés menores de 6 meses. Suele comenzar como un resfrío y luego de dos o tres días algunos niños pueden presentar síntomas menores y otros desarrollar problemas respiratorios, como sibilancias (ruido similar a un silbido en el pecho, al respirar) y tos.
Los síntomas son los siguientes:
Tos.
Fatiga.
Fiebre.
Respiración muy rápida.
Aleteo nasal (apertura de las fosas nasales para respirar).
Cansancio.
Color azulado en la piel, las uñas o los labios debido a la falta de oxígeno: en este caso necesita tratamiento urgente.
La neumonía es una infección de los pulmones que ocasiona una grave inflamación de los mismos. Provoca dificultad para respirar y dolor. Se puede contagiar por una bacteria, un virus o un parásito y los cuadros más graves suelen ser los bacterianos.
Los síntomas son los siguientes:
Dificultad para respirar.
Escalofríos.
Fiebre y sudoración.
Dolor en el pecho.
Tos (con flema o seca).
La Dra. Palazzo afirma que es importante que cuando los pacientes presentan estos síntomas acudan a un médico y que NO SE AUTOMEDIQUEN. “La consulta es primordial porque puede ser una infección menor o una grave y cuanto antes se detecte es mejor para que no se complique el cuadro. Si el paciente tiene fiebre, puede tomar algo para bajarla, pero igual tiene que consultar con un especialista porque si levantó temperatura es por algo y tiene que descubrirlo para tratarlo con tiempo”.
¿Cómo prevenir las infecciones respiratorias bajas?
En los más pequeños:
Alimentar a los bebés exclusivamente con lactancia materna hasta los 6 meses, agregando a partir de esa edad alimentos complementarios adecuados.
Aplicar a los niños todas las vacunas del Calendario Nacional.
Evitar el contacto de los niños con personas afectadas por enfermedades respiratorias.
Lavarse frecuentemente las manos, sobre todo antes y después de ir al baño, preparar comida o cambiarle los pañales al bebé.
Cuidar el aire interior de las viviendas, evitando el humo de cigarrillo o de leña, y ventilando las habitaciones una vez al día.
Cuidar la casa de la humedad, evitando que se junte vapor en los ambientes para que no se desarrollen bacterias o moho.
En los adultos:
Lavarse las manos frecuentemente.
Desechar adecuadamente los pañuelos.
Cubrirse la boca y la nariz cuando se tose o estornuda.
En el caso de los grupos considerados con mayor riesgo de contraer cuadros graves por influenza o neumonía, los mismos deben recibir la vacunación anual contra la gripe y la vacuna antineumocóccica, incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación. Son gratuitas en todos los centros de vacunación y hospitales públicos del país.