UNA BOMBA DE ESTRUENDO LE DESTRUYÓ LA CARA EN NAVIDAD: SE LA RECONSTRUYERON EN UN HOSPITAL DE LA PROVINCIA

Cirugía de alta complejidad en el Eva Perón de San Martín

Un hombre de 44 años perdió el mentón, parte de la dentadura y sufrió la quebradura de la mandíbula al estallarle en la cara una bomba de estruendo una hora antes de Navidad. Un equipo experto en cirugía reconstructiva le salvó la vida.

Maximiliano quería entretener a su hija y a sus sobrinos. Faltaba una hora para la Navidad y decidió encender la bomba de estruendo. Acercó el encendedor a la mecha y la colocó en el mortero, sobre el asfalto. No alcanzó siquiera a alejarse cuando la explosión le voló la mandíbula, el mentón y varios dientes. La Nochebuena terminó en tragedia.

Tuvo la suerte de llegar a la guardia del hospital provincial Eva Perón de San Martín donde funciona uno de los equipos de cirugía plástica y reconstructiva  con más experiencia del país. Cada año ese servicio realiza 1.500 operaciones, cuenta con 10 médicos de planta y 26 residentes.

En el quirófano, durante las 3 horas y media que duró la operación, le colocaron una placa de titanio que ayudará en la reconstrucción del rostro. Por estas horas el hombre, de 44 años, se recupera en la terapia intensiva del hospital Eva Perón.

La ministra de Salud de la Provincia, Zulma Ortiz, felicitó al equipo que lo asistió y lo calificó “de excelencia”. Insistió, además, en el mensaje que difundió antes de la Navidad y que tiene vigencia en estos nuevos días festivos: “Las fiestas son seguras solo si se prescinde de pirotecnia”. No obstante, agregó, en caso de utilizarla, “es fundamental no comprar material clandestino y, para saber que no los es, habrá que comprobar que tenga autorización del RENAR, que es el Registro Nacional de Armas y Explosivos”. Pero además, es clave seguir las instrucciones envoltorio y no permitir que los niños la manipulen.

LA EXPLOSIÓN

La familia de Maximiliano no llegó a brindar. Eran las 11 de la noche del jueves pasado cuando él, su hija y sus sobrinos salieron a la puerta de la casa de Villa Lugano para encender la bomba “cebolla”. La onda expansiva empujó al hombre que cayó de espalda sobre el asfalto. Alcanzó a sacarse la remera en llamas y una vecina, que es médica, corrió a darle los primeros auxilios.

Su esposa, Paola, desesperada, llamó a la ambulancia que lo llevó a un centro de salud porteño. Pero como no tenían el nivel de complejidad necesaria para semejante cuadro, los familiares decidieron llevarlo al hospital provincial Eva Perón, en San Martín.

Allí los recibió el equipo de Cirugía Plástica, a cargo de Héctor Lanza. Esa noche, atendían el especialista Hugo Benitez junto a los residentes María Agustina Revelant, Edmy Figueroa Sosa y Edith Jessica Maslosky

LA CIRUGÍA

El equipo de guardia inició la Navidad en el quirófano. Maximiliano tenía partido en dos el maxilar inferior. Primero tuvieron que realizarle una limpieza exhaustiva “para desinfectar la mandíbula y el labio inferior por la pérdida de sustancia, y eliminar los tejidos sin vida”, explicó Benitez.

Enseguida, evaluaron las quemaduras en los ojos y en las vías respiratorias. La bomba le produjo, además, la pérdida de varias piezas dentales.

Durante la operación, que duró poco más de tres horas, los médicos cerraron las heridas de los músculos y le reconstruyeron la parte inferior e interna de la mandíbula con la placa de titanio. “Trabajamos contrarreloj, porque en estos casos cuanto más se demora, más chances de infecciones hay”:

Al quinto día de internación, los médicos debieron someter a Maximiliano a una  traqueotomía para librar las cuerdas vocales. Ahora aguarda su lenta recuperación, internado en terapia intensiva con asistencia respiratoria y alimentación por suero. Los médicos auguran un buen pronóstico. “Pensé que no la contaba”; suspira ahora su mujer.

RECOMENDACIONES FRENTE A UN INCIDENTE CON PIROTECNIA

Las fiestas son seguras solo si se prescinde de pirotecnia. Si aún decide comprarla tenga presente que:

– Si cae fuego sobre la ropa se lo debe sofocar envolviendo al afectado con una manta o haciéndolo rodar sobre el suelo. La víctima no debe caminar ni correr.

– Lavar la zona lesionada con agua fría para calmar el dolor.

– No colocar nunca cremas, pomadas o ungüentos caseros.

– En caso de incidentes con compromiso ocular, no tocarse los ojos.

– En todos los casos, concurrir inmediatamente al centro de salud más cercano.